Las relaciones cuerpo - mente

Es difícil comprender las realciones entre el cuerpo y la mente y, por tanto, el siginificado de los males del cuerpo en relación a los males del alma, si no ampliamos la visión que percibimos del hombre y de la vida. En efecto, si nos quedamos en la fase del hombre máquina, es decir del hombre compuesto por piezas independientes e intercambiables en función de los progresos técnicos de la ciencia, las relaciones que se establecen darán lugar a pensar que se trata más bien de magia, de clarividencia, de algo sacado del mundo imaginario o de auténtico delirio. 

En este punto surge la pregunta: Cómo y por qué relacionar las manifestaciones físicas, los síntomas, las enfermedades o los accidentes con lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo?. La observación mecanicista no lo puede hacer, ya que su enfoque está demasiado dirigido al síntoma y , por tanto, su campo de observación está muy restringido tanto en el tiempo como en espacio. Esto le impide llegar a la verdedera causa que tan sólo se puede justificar por el azar (accidente) o por los elementos externos (virus, microbios, alimentos, medioambiente, etec.).

Al  ampliar nuestra visión y al contemplar al hombre en su globalidad física y temporal, podremos volver a relacionar los diferentes niveles que componen su existencia, dándole su auténtica dimensión que es, ante todo, la espiritual. Sólo de esta manera podremos comprender la razón de ser de ese ser humano y, por consigueinte, también las razones de su malestar. 

La cultura oriental nos propone una imagen realmente interesante para representar este vehículo particular con el que identificamos nuestro cuerpo físico y este Camino de Vida por el cual avanzamos. La imagen de una calesa que avanza por el camino de la Vida, tirado por los caballos de nuestra emociones y conducida por el cochero de nuestra mente, ilustra perfectamente la idea de la relación entre conductor y vehículo entre bienestar y manera de conducir, reservando el sitio más importanre al viajero escondido, este no-consciente que conoce el itinerario mejor que el cochero.

En cualquier caso, si aceptamos esta idea de relación entre el cuerpo y la mente, sería interesante conocer el signifcado de las manifestaciones psicológicas. Se convierten en los puntos de apoyo de nuestra realización para que ésta, con la ayuda de estos puntos de apoyo, se construya o se exprese. Las manifestaciones psicológicas también pueden ser un excelente medio para descodificar y entender la parte en la que intervenimos, lo que ocurre dentro de nosotros. Nuestro cuerpo se convierte en una extraordianaria herramienta para el conociemiento. Aun así hay que descifrar y conprender a través de algunos procesos tipo lo que expresa el cuerpo. 

Las traducciones fisiológicas

Como todas las manifestaciones energéticas de nuestro mundo, la realidad humana necesita de su soporte manifestado, de su cuerpo físico, para poder traducir o expresar lo que está ocurriendo en sus arcanos más profundos. Todos necesitamos del gesto, de la palabra o de la expresión gráfica para dar testimonio de nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Todos esto fenómenos intangibles no existirían en el caso que no se pudiésn percibir, si no hubiese esa posibilidad de manifestarse. Intentamos acercarnos a esta idea un poco más. Imaginese, por ejemplo, un ordenador: he aquí que el mejor ordenador del mundo no serviría de nada si no fuese acompañado de los perféricos (pantalla, impresora, escáner, etc). Por lo tanto, no parece que la mente humana tenga mucha razón de ser sin su proyección materalizada que es su cuerpo físico. 

Para continuar con el ejemplo del ordenador, tampoco nos servría de gran cosa que fuese muy potente si los perféricos no estuvieran al mismo nivel, es decir, que no pudiésen expresar esa potencia. A la inversa ocurre también lo mismo, tampoco nos sirve de nada tener periféricos extraordinarios si su capaciadada de memoria o de cálculo no está a la altura, por ejemplo, de qué sirve tener una impresora en color, si el ordenador sólo puede trabajr en blanco y negro. Lo mismo ocurre con el hombre que tiene que buscar el equilibrio entre el cuerpo, el espíritu y la mente. Lo más importante para el hombre es que a través de la experesión del cuerpo podrá, si realmente quiere, descodificar lo que ocurre en su espíritu. Cuando el conjunto funciona de una manera coherente, la realidad física está en acuerdo con la realidad espiritual del individuo. La existencia se desarrolla normalmente cuando se produce una distorsión entre los dos, entre el consciente y el no-consciente, entre el guión inicial y el interpretado por el actor, y es entonces cuando aparecen los mensajes, las señales de alerta. El ser humano tiene pricipalmente tres tipos de señales, tres maneras de vivir en su cuerpo, con una intesidad diferente , estos mensajes son las tensiones físicas o nerviosas, los traumatismos físicos y psicológicos y las enfermedades orgánicas o piscológicas.  Los actos fallidos que se encuentran en estos tres niveles, serán tratados aparte. 

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