Dolor físico al levantarse de la cama

El propósito del sueño es permitir al organismo descansar y reponerse. Sin embargo, hay personas que despiertan sintiéndose igual de cansadas o incluso con dolor. Si te has preguntado por qué sientes malestar físico cuando te levantas de la cama, lo primero que queremos decirte es que esto no es normal. Después de descansar, lo esperable es que nos sintamos con más energía.

 

No existe una causa simple. Hay varios factores que pueden. causar el problema. Por esta razón, es recomendable analizar las condiciones de tu estilo de vida, tu higiene de sueño y otros factores.

¿Qué causa el malestar físico cuando te levantas de la cama?

Solemos retirarnos a descansar cuando nuestros niveles de energía son bajos y el cuerpo necesita reponerse. Lo normal es que tras una noche de sueño, despertemos con la sensación de que el organismo se recuperó. Pero hay varias situaciones que pueden dañar la calidad del descanso.

Existen personas que experimentan malestar cuando despiertan por las mañanas y les cuesta levantarse de la cama.

Los síntomas que suelen aparecer en estos casos son los siguientes:

  • Dolor en los músculos y articulaciones.
  • Rigidez corporal.
  • Fatiga.

Siguiendo esta línea, hay más de una razón que puede explicar por qué sientes malestar físico cuando te levantas de la cama. Así, si queremos aliviar el problema, podemos empezar por identificar las causas en cada caso y ofrecer alternativas de intervención.

A continuación, veremos los factores más comunes que podrían estar generando tu malestar.

Colchón y almohadas en mal estado

Puede parecer algo obvio, pero lo primero que deberíamos revisar es la calidad de nuestro lugar de descanso. En este sentido, hay quienes dicen que se descansa mejor en colchones rígidos, mientras que otros prefieren los suaves. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?

En una investigación de la revista Sleep Health se identifica a la comodidad de la cama como uno de los elementos para medir la satisfacción del sueño. Así también, está de acuerdo de que este factor es algo que se mide de forma subjetiva.

 

Por otro lado, en un estudio donde se esperaba determinar la influencia que tiene la dureza de la cama en el sueño, se seleccionó una muestra de nueve hombres que durmieron en camas suaves y duras por varios días. Los resultados demostraron que cuatro de ellos descansaron mejor en las camas más blandas, mientras que los otros durmieron mejor en camas rígidas.

 

Entonces, si sientes malestar físico cuando te levantas de la cama, ponle atención al nivel de confort. Prueba dormir en colchones con diferentes durezas y sabrás identificar con cuál te sientes mejor. De igual manera, un colchón desgastado puede ser el elemento que estropee tu descanso, así que comprueba este aspecto también.

Mala higiene del sueño

La higiene del sueño constituye un grupo de hábitos que incide directamente en la calidad del descanso. Al no tenerlos en cuenta, muchas personas duermen mal.

Algunos de los malos hábitos son los siguientes:

  • Comer alimentos complicados de digerir antes de irte a dormir.
  • Consumir cafeína pocas horas antes de ir a la cama.
  • Dormir con demasiada iluminación en la habitación.
  • Estar en un lugar donde hace mucho frío o mucho calor.
  • Utilizar pantallas en la cama.

Los factores mencionados pueden arruinar la calidad del descanso y causar fatiga y malestar. Si te está sucediendo, es buena idea revisar tus hábitos y corregir costumbres negativas.

Enfermedades y lesiones

Existen diversos cuadros clínicos que producen molestias que afectan el sueño de las personas. Trastornos como la artritis, la apnea del sueño y las desviaciones en la columna pueden relacionarse con el problema. Asimismo, afecciones psicológicas como el insomnio, la depresión y la ansiedad pudieran estar presentes.

Sedentarismo o exceso de actividad física

Llevar un estilo de vida sedentario puede causar problemas de sueño, por lo que se recomienda hacer ejercicio con regularidad. Investigadores de Japón publicaron una revisión sistemática sobre los efectos de la actividad física en el sueño. La evidencia que se halló sugiere que realizar ejercicio puede mejorar la calidad del sueño de forma significativa.

 

Aunque debemos tener cuidado con el exceso de actividad física. Hacer demasiado ejercicio o ejercicio muy intenso puede elevar los niveles de estrés. Además, incrementa el riesgo de sufrir lesiones que generen dolor y luego sean un obstáculo para el descanso.

Aunque es importante hacer ejercicio para mejorar la experiencia del sueño reparador, lo recomendable es no hacerlo justo antes de dormir, ya que puede ser sobre estimulante.

 

Envejecimiento

A medida que envejecemos, es normal que dormir nos cueste más. De acuerdo a las estadísticas, el insomnio es el trastorno del sueño más frecuente entre las personas adultas mayores.

 

El envejecimiento trae inflamación y algunos dolores. Esto se corrobora en una elevación en los niveles de proteína C reactiva en la sangre. Se trata de una molécula clave en las respuestas inflamatorias. No quiere decir que luego de los 60 años todos tendremos problemas para dormir, pero debemos agudizar los buenos hábitos en ese momento para disminuir las probabilidades.

Los trastornos del sueño tamién se ven exacerbados por el estilo de vida actual. Ocupaciones que nos conduzcan a un estrés elevado podrían empeorar las dificultades para conciliar el sueño.

 

El malestar físico al salir de la cama es un síntoma

Es posible afirmar que este problema es señal de afecciones en la salud. Considéralo un síntoma, por lo que hay que agendar una cita médica para indagar y buscar el diagnóstico.

 

Lo más recomendable es revisar cómo te encuentras, cuáles son tus hábitos y conseguir equipos de descanso adecuados. Es posible que pequeñas modificaciones en la rutina sean de gran provecho y mejoren notablemente tus niveles de descanso. La mañana siguiente te lo agradecerá.

Escribir comentario

Comentarios: 0