Simbolismo Holístico de las piernas

Simbolísmo del dolor en las piernas

Se componen de dos partes, el muslo muslo y fémur) y la pierna (pantorrilla, tibia y peroné) y de tres ejes importentes que son sus articulaciones principales. Los miembros inferiores están terminados por una pieza maestra, el pie. 

Las articulaciones de las piernas que unen y articulan el pie, la pierna, el muslo y el busto, son la cadera, la rodilla y el tobillo.

 

Cuál es la función principal y fisiológica de nuestras piernas?

Son las que nos permiten desplazarnos, avanzar o retroceder, ir  de una lugar a otro y, por supuesto , las que nos permiten ir hacia los demás. En consecuencia, son nuestros vectores de movilidad, los que nos ponen en relación con el mundo y los demás.

El simbolismo social de la piernas es muy fuerte, son las que permiten los acercamientos, los encuentros, los contactos, la que permiten avanzar. Todo lo que tiene que ver con la pierna está vinculado al movimiento en el espacio y, especialmente, al espacio relacional.  Nuestras  piernas son, pues nuestros vectores de relación. Son la representación psicológica y el agente físico potencial. 

De una manera general, cuando tenemos tensiones o sufrimos dolores en las piernas, esto significa que tenemos tensiones de relación con el mundo o con alguien. Tenemos dificultad en avanzar o recular en el espacio realcional del momento. Cuanto más precisa sea la localización en la pierna, mejor nos permitirá definir el tipo de tensión que vivimos y, sin duda alguna, de entenderla.

La cadera 

La cadera representa la articulación primaria, básica, madre de los miembros inferiores. Es de donde parte todos los movimientos petenciales de estos miembros. También representa el eje básio de nuestro mundo relacional,  el punto por el que los elementos de nuestro no-consciente emergen hacia el consciente. Nuestros esquemas profundos, nuestras creencias sobre lo que es la relación con el otro y con el mundo, y la manera en la que vivimos esta relación están automáticamente representadas (lo que es la estructura del cuerpo, evidentemente) por la cadera. Cualquier perturbación consciente o no de estos niveles tendrá repercusiones en una de nuestras caderas. Las caderas son, junto con la pelvis y la zona lumbar, el asiento de nuestra profunda potencia, así como el de nuestra capacidad de movilidad y de agilidad interiores y exteriores. Es a partir de las caderas que nuestro "ser" está en relación con el mundo.

Los problemas de caderas, dolores, tensiones, bloqueos, artrosis, etc, nos muestran que atravesamos una situación donde lo básico de nuestras crencias más  profundas ha sido puesto en tela de juicio. El hecho de que esta ariculación, que es el apoyo primigenio y fundamental de la pierna, falle, significa que nuestros apoyos interiores más profundos, nuestras creencias más soterradas que están en relación con la vida, también nos fallan. Nos encontramos con un sentimiento de traición o de abandono, tanto si está producido por nuestra parte como por parte del otro.

Si se trata de la cadera izuierda, nos encontraremos con una vivencia de traición o de abandono del simbolismo yang (lo paterno). Si se trata de la cadera derecha, nos encontramremos con una vivencia de traición o de abandono de simbolismo yin (lo materno).

La rodilla

La rodilla es la segunda articulación de la pierna. Sirve para doblar, para doblegarse, para ponerse de rodillas. Es la articulación de la humildad, de la flexibilidad interior, de la fuerza profunda, en contraposición al poder exterior que otorga la rigidez. Es el signo manifiesto de la fidelidad, de la aceptación, es decir, de la rendición y de la sumisión. La rodilla representa la puerta de la aceptación. Es el durante, la continuación de la cadera que prolonga la movilidad pero en es sentido inverso. La cadera es una articulación que tan sólo se puede doblar hacia adelante, mientras que la rodilla sólo puede doblarse hacia atrás. Por lo tanto, singifica la capacidad de soltar, de ceder, entiendase "recular". También es la articulación que hace bascular entre el consciente y el no-consciente, si estamos en proceso de liberación. Es la articulacón más importante de la relación con el otro y de nuestra capacidad de aceptar lo que esta relación implica como apertura, es decir, como compromiso.

En consecuencia, cuando a alguien le duele una rodilla, significa que tiene dificultad en plegarse, en aceptar una vivencia particular. Al encontrarnos en el nivel de las piernas, la tensión significa un problema de relación con el muno exterior o interior, con los demás o consigo mismo. Los dolores o los problemas "mecánicos" en las rodillas significan que una emoción, un sentimiento, una idea o un recuerdo, en nuestra relación con el mundo, no es aceptado sino rechazado. Se trata de algo que se ha vivido en el consciente que perturba, trastorna y descoloca nuestras creencias interiores y que rechazamos internamente. 

Se puede tratar también de una emoción, de un sentimiento o de un recuerdo que emerge del no-consciente (un mensaje del maestro interno) y que nos resulta difícil aceptar integrar en lo cotidiano, en nuestro consciente porque perturba, trastorna las "costumbres" o las creencias reconocidas y establecidas.

Si se trata de la rodilla derecha, la tensión está realcionada con el simbolismo yin (lo materno). Si se trata de la rodilla derecha la tensión está relacionada con el simbolismo yang.

El tobillo

El tobillo es la tercera y última articulación principal que aporta movilidad entre el pie y la pierna. El tobillo es la articulación de la pierna que proporciona esa sutileza de movimiento, especialmente cuando el pie está fijo, apoyado en el suelo o cuando está en movimiento. Es gracias a éste que podemos "empujar" nuestros soportes en el suelo (pies) para avanzar mejor y más rápido. Es la otra extremidad de la pierna. La cadera representa la articulación básica de los puntos de refercias y de las estructuras inconscientes de la relación mientras que el tobillo representa la ariticulación final y exteriorizada, es decir, los puntos de referecias y soportes conscientes de nuestras relaciones. El tobillo representa la artuclación de nuestras posiciones, de nuestras creencias reconcidas y establecidas en relación al mundo, a los demás y a nosotros mismos. Es la barrera de nuestros criterios de vida y simoboliza la proyeción de nuestra capacidad de decidir, de comprometernos con nuestras decisiones y los cambios (de posiciones, de criterios) en nuestra vida. Es la puerta de la implicación en relación con la decisión. 

La estabilidad y la movilidad de nuestros apoyos en el suelo (que simboliza la realidad), así como la flexibilidad y la suavidad de estos dependen de los tobillos. Son la proyección fiel de la estabilidad, de la rigidez o de la flexibilidad de nuestras posiciones y nuestros criterios de vida a nivel consciente.

Los esguinces, los dolores y los traumatismos en los tobillo expresan nuestra dificultad de relacionarnos en el sentido que nos falta estabilidad o flexibilidad en éstos. También significa que atravesamos una fase en la nuestras posiciones, nuestros criterios de vida, la forma en la que nos situamos oficialmente en relación al otro, no nos conviene o ya no nos satisface e indica que tenemos dificultad en cambiar, en movernos. Estas posiciones adolecen de flexibildiadad o suavidad, de estabilidad o de realismo. Entonces, nos obligamos a pararnos porque no podemos continuar avanzando en esta dirección. La posición que tenemos o mantenemos no es buena y tenemos que cambiar nuestro punto de apoyo, de criterio, objetivo de referencias, es decir, de creencias exteriores conscientemente admitida y reconocida. Las tensiones o los sufrimientos en los tobillos pueden significar también que tenemos dificultad en decidir, en tomar una decisión importante en /y para nuestra vida, probablemente porque esta decisión se arriesga a cuestionar una posición actual que nos parece satisfactoria.

Los pies

Se trata de nuestro puento de apoyo en el suelo, la parte sobre la que nuestro cuerpo se sostiene cuando se desplaza o se mueve. Es éste el que nos permite impulsarnos hacia adelante y, consecuemente, avanzar, aunque también es el que puede bloquear los movimeintos y por cosiguiente bloquar nuestras posiciones. El pie, por tanto, representa el mundo de las posiciones, la extremidad en la que se manifiesta nuestra relación con el mundo exterior. Simboliza nuestras actitudes, nuestras posiciones firmadas y reconocidas, el papel oficial que interpretamos. No debemos poner el pie en la puerta para bloquearla. represtea  nuestros criterios de vida, es decir, nuestros ideales, Se trata de la clave simbólica de nuestros apoyos en las relaciones. Por último, se le puede considerar un símbolo de libertad ya que facilita el movimiento. 

Por tanto , los males que pedecemos en los pies expresan las tensiones que experimentamos con relación a nuestras posiciones frente al mundo. Significa que nuestra actitud habitual, las posiciones que tomamos o mantenemos carecen de fiabilidad, de estabilidad o de seguridad. Es característico de las personas que tienen miedo, de las que temen expresar sus propias opiniones o afirmar sus posiciones, de quien no se siente a gusto consigo mismo o no está conforme con la posición que mantiene en ese momento. También es característico de las personas que no saben qué actitud tomar frente a un situación. 

Los dedos de los pies.

Los dedos de los pies representan las terminaciones "últimas" y más pequeñas de nuestros puntos de apoyo que son los pies. Son los ultimos elementos, los accesorios finales de éstos y, por lo tanto son el aspecto final de nuestras posiciones, los pormenores de nuestras creencicas o lo efectos de nuestra actitud en nuestras relaciones. Cada dedo, a su vez representa un pormenor particular, un modo o una fase específica que se descodifica gracias al meridiano energético que termina o que empieza en el dedo de referecia. En tanto que elemento periférico y como último aspecto de la realción,  permite fácilmente al individuo utilizarlo como feedback, como respuesta de información. Gracias a cada uno de los dedos de los pies y a los puntos energéticos que se encuentran en sus extremos, el individuo puede estimular o liberar las posibles tensiones que se puedan producir. Los dedos de los pies, al igual que los de las manos, tienen una función de localización además de actuar como medio para manifestar múltiples y pequeños actos fallidos cotidianos que pueden parecer casuales y carentes de significado. Sin embargo, no existe ninguna casualidad cuando nos quemamos, nos machamos o nos torcemos un dedo del pie. 

En realidad , se trata de un proceso suave aunque evidente de búsqueda de expresión y/o de libeación de una tensión de nuestras relaciones. Este proceso puede elaborarse porque el punto energético que se encuentra en el extremo de cada dedo, también es un punto de carga. Es el punto del renacimiento potencial de la energía, gracias a la cual puede aparecer una nueva dinámica o por la cual puede recargarse y cambiar de polaridad.

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